Termina el año, un año más queda atrás. Muchas cosas han pasado, y otras más seguirán pasando; el mundo, las personas, todo está en constante cambio excepto Dios.
Eso significa que las promesas de Dios siguen vigentes y que Él sigue siendo fiel; Él es inmutable.
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” -Santiago 1:17
“Porque yo Jehová no cambio […].” -Malaquías 3:6a
Dios no es como nosotros, Él cumple Su Palabra, ejecuta Sus planes y hace Su voluntad sin que nada ni nadie lo pueda parar.
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” -Números 23:19
Mientras todo lo que nos rodea cambia, inclusive nosotros:
Dios sigue hablando a aquel que está dispuesto a oír. Tenemos Su confiable Palabra, la Biblia.
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;” -2 Pedro 1:19
Dios sigue escuchando a todo aquel que le busca de corazón.
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.” -Jeremías 33:3
Dios sigue guiando y protegiendo a los suyos.
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.” -S. Juan 10:27-29
Entonces, si Dios no cambia, podemos vivir confiados hoy y siempre.
Dios sigue siendo Soberano Rey sobre Su Creación y sigue bendiciendo a los Suyos.
“Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; El mundo y su plenitud, tú lo fundaste. Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte; Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro. En tu nombre se alegrará todo el día, Y en tu justicia será enaltecido. Porque tú eres la gloria de su potencia, Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder. Porque Jehová es nuestro escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel.” -Salmos 89:11, 15-18
Amemos al inmutable Dios y hagamos su voluntad cada día.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” -1 Juan 2:15-17
¡Permanezcamos en Dios!