top of page

Superpoderes

Foto del escritor: Joaquín MenaJoaquín Mena

Cuando somos tan solo unos niños, tenemos una asombrosa capacidad de imaginar y creer que podemos tener superpoderes como nuestros héroes favoritos: Superman, Wonder Woman, Spider-Man y muchos más. Conforme crecemos, perdemos esa capacidad poco a poco, ahogada por los afanes, responsabilidades y deleites de este mundo.



Sin embargo, ¿sabías que estás capacitado con superpoderes? Espero que recibas esto con especial solicitud y que, convencido, los ejercites: todo aquel que ha creído en el Señor y cuya dependencia está en la persona de Jesús, el unigénito de Dios, es investido con superpoderes.


Estos superpoderes no son subjetivos, sino auténticos y sobrenaturales, ajenos para el hombre natural, quien los vería como locura. Pero son reales para todos aquellos dispuestos a menguar para tener una estrecha cercanía con Jesús.


Hagámonos algunas preguntas para reflexionar y escudriñar personalmente: ¿Cuándo fue la última vez que dominé mi temperamento o refrené mi lengua frente a mi prójimo más cercano? ¿He experimentado el sacrificio voluntario de mis deseos por amar y dar testimonio a otro? ¿He tenido la oportunidad de perdonar a mi semejante y tener comunión, no porque lo merezca, sino por agradar a mi Señor, quien mucho me perdonó? ¿Te sentiste atacado o decepcionado y, aun en momentos complejos, tomaste la decisión de morir a ti mismo y amar?


Si identificamos algunos de estos momentos en nuestra vida, hemos usado nuestros superpoderes, no por lo buenos que somos, sino porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre nosotros (1 Pedro 4:14).


"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio." -2 Timoteo 1:7

Estos superpoderes se practican, y tendremos muchos momentos a lo largo de nuestra vida para ejercerlos. Cuando los ejercitamos, toda nuestra manera de vivir tiene el aroma y la esencia de Jesús, y con seguridad, por los frutos seremos conocidos.


Deseo enfatizar el hecho de que todos podemos gozar de esta capacidad sobrenatural. Estos superpoderes no están reservados para gente perfecta, pero sí para los que diariamente mueren a sí mismos y corren a los pies del Señor Jesús para encontrar el oportuno socorro a su alma, como nos ejemplifica el Salmo 25. Lo roto y lo menospreciado puede usar el Señor, para que, cuando nos veamos ejercitando nuestro superpoder, toda la gloria sea de Él, quien nos amó hasta la última gota.


Ejercitemos nuestros superpoderes para que, como la luz de la aurora que va en aumento, la luz de Cristo resplandezca en nosotros.


¡El Señor bendiga tu vida!

 


27 visualizaciones

©2023 by Jonah Altman. Proudly created with Wix.com

bottom of page