Al leer un periódico con anuncios de vacantes de empleo encontrarás que, sin importar el puesto, son siempre muy similares. Se busca a alguien con experiencia, disponibilidad de tiempo, habilidades específicas, entre otras cualidades. Sin tener conocimiento previo, más aún sin tener experiencia práctica, es imposible ser candidato a obtener un buen puesto.
"El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Y Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro." -Juan 1:43-44 (RVR60)
Nuestro Señor Jesús al iniciar su ministerio no buscó personas con estudios teológicos avanzados, con experiencia, sabios, o con buena reputación. En la palabra de Dios encontramos que los discípulos escogidos por Jesús fueron: un recaudador de impuestos, un zelote (revolucionario), y varios pescadores. No todos tenían un oficio en común, pero lo que sí compartían era la obediencia y amor a nuestro Señor Jesús.
Jesús, al encontrar a Felipe, le dijo SÍGUEME (Juan 1:43). De igual manera, al ver a Mateo le dijo SÍGUEME (Mateo 9:9). Si nuestro Señor Jesus publicara una lista buscando personas para servir a su lado, no serían los mismos requisitos que un anuncio del periódico, solo veríamos uno: SÍGUEME.
Amado hermano, Dios tiene un llamado para cada uno de nosotros, usemos nuestras capacidades y habilidades en completa obediencia y amor a nuestro Señor.