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Foto del escritorKarina Herrerías

Para lo que fuimos creados

"Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos." -Apocalipsis 5:11-14

Al repasar este pasaje, logramos visualizar aquel día donde nos encontremos frente al Gran Yo Soy y no habrá necesidad de razonar o pensar, ni un pensamiento, ni un sonido o movimiento preparado o ensayado; simplemente un impulso incontrolable, una reacción de mi ser estremecido, de alabar, postrarme y adorar. El día que nuestros ojos y oídos puedan experimentar la gloriosa presencia del Todo Poderoso sin duda será un momento electrizante, en el cual todos nuestros sentidos se expresen de manera natural y espontanea. Finalmente nos encontraremos en nuestro lugar, haciendo exactamente para lo que fuimos creados: adorar y alabar a nuestro creador, nuestro redentor, el único que merece gloria y honra.



Para usted mi hermano y para mí, este momento es nuestro gran anhelo. Finalmente cumplir el propósito para el que fuimos creados, sin distracciones, sin afanes, sin pecado. Sin embargo, aún en nuestra espera a este glorioso momento, en este mundo caído y aún en nuestra condición de pecado, redimidos por la preciosa sangre de Cristo; somos llamados a adorarle y alabarle. Con un pensamiento razonado de quien es Dios y lo que ha hecho por nosotros, una adoración que surge en lo más profundo de nuestra alma, como respuesta a nuestro agradecimiento infinito, reconociendo la imposibilidad de corresponder a su inagotable Gracia. Una adoración con total rendición, reverencia y asombro de quien es Dios.


"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa." -Romanos 1:20

"Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu." -1Pedro 3:18

Estamos llamados a una adoración diaria, en cada segundo de nuestro día, con los hermanos de la iglesia y con los que aún carecen de la verdad; en nuestros estudios bíblicos y en nuestros lugares de trabajo; con nuestros compañeros de la escuela y con nuestros hermanos en Cristo; sirviendo en la casa de oración y en nuestros hogares. Estamos llamados a una adoración que refleje a otros el gran gozo que habita en nuestros corazones; porque nos reconocemos salvados, rescatados, sin merecerlo y aun así amados por el único Dios verdadero.


Esta mañana iniciemos nuestra semana adorando a Dios tal y como Jesús le enseño a la mujer samaritana en el libro de Juan: en Espíritu y en Verdad.


"Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adorares busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren." -Juan 3:23-24
 



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