“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas” -Santiago 1:2
“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” -1 Pedro 4:10
Santiago, el hermano del Señor, invita a los creyentes a tener gozo en medio de las diversas, diferentes, variadas y multicolores pruebas que se presentan en la vida. Los problemas y pruebas se presentan de muchas maneras y a cada uno de manera diferente. Algunas pruebas pueden venir por medio de necesidades económicas, otras veces en enfermedades, otras por medio de problemas familiares, problemas interpersonales, matrimoniales, laborales, y otras veces con eventos naturales catastróficos. En fin… las pruebas vienen a los cristianos de muchas maneras y ninguno está exento de ellas.
Aunque las pruebas vienen de diversas formas, periodos e intensidades, el apóstol Pedro dice en 1 Pedro 4:10 que la gracia de Dios también es multiforme, lo que quiere decir que es de diversos colores, tamaños, intensidades y formas. Lo que quiero decir es que, aunque las pruebas de la vida golpeen de muchas maneras, siempre la multiforme gracia de Dios es mayor y las cubre por completo.
El gozo viene cuando el creyente confía en que Dios está trabajando en medio de las pruebas y puede ver esa multiforme gracia obrando en su vida. Ante las adversidades, algunas personas pueden endurecer sus corazones, enojarse y alejarse de Dios. Otros pueden aferrarse más a Él, crecer en medio de la adversidad y verle obrando de diferentes maneras en su vida.
Como familia, hemos pasado años de diversas pruebas, pero estos últimos meses han sido especialmente complicados. Durante estos periodos, hemos visto la gracia de Dios de múltiples maneras. En medio del dolor y sufrimiento, Dios ha traído consuelo por medio de personas que se han puesto en la brecha para acompañar a Gaby y sostenerla. Dios ha provisto de muchas maneras para todo lo necesario en nuestra familia; ha permitido que cirugías complejas se pudieran llevar adelante y fueran exitosas. Cuando parecía que todo mejoraría, vinieron más pruebas, pero nuevamente pudimos experimentar más gracia. Así, día a día hemos podido comprobar que la gracia de Dios es mucho mayor que nuestros problemas y aflicciones.
En esta vida, cada uno enfrenta sus pruebas y luchas, pero no olvidemos: Dios derrama más gracia para que podamos pasar por todas ellas. ¡Seamos agradecidos! El agradecimiento quita la vista de nosotros mismos y nos permite ver lo que Dios está trayendo para bendecirnos. Que el Señor nos permita aferrarnos a Él día a día y nos permita experimentar su gracia en cada área de nuestras vidas.