Comenzamos un nuevo año calendario. Quizás tú, al igual que yo, has hecho una lista de propósitos o metas, ya sea en el ámbito espiritual, personal, laboral, familiar, etc. Pero hay algo especial en lo que me gustaría animarte hoy.
Los días pasan, a veces más rápido o más lento según nuestra percepción, pero el tiempo no detiene su curso. Esto nos advierte de algo certero: el día del Señor está cada vez más cerca. Aquel día en que la iglesia será tomada para recibir al Señor en el aire y así estar siempre con Él (1 Tesalonicenses 4:17). La pregunta aquí es: ¿Estamos listos?
En Mateo 25 se nos describe el reino de los cielos con la parábola de las diez vírgenes, quienes salen a la espera del novio. Cinco de ellas se mencionan como insensatas y cinco como prudentes. Te preguntarás por qué. Bueno, la Biblia narra lo siguiente:
“Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas y cinco prudentes. Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos juntamente con sus lámparas.” -Mateo 25:1-4
¿Qué pasó después? Pues bien, el novio llegó y las insensatas no estuvieron listas. Las prudentes entraron con el novio al banquete de la boda, y se cerraron las puertas...
Esto debe animarnos y exhortarnos a estar listos. El Señor lo dice de la siguiente manera:
“Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” -Mateo 25:13
Tenemos un Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en misericordia. Pero a la vez, un Dios justo que, como ha dicho, hará:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.” -2 Pedro 3:9
Así que, hermano, el Señor viene pronto. La iglesia dice: “Ven… Amén; sí, ven, Señor Jesús.” Nos alentamos los unos a los otros con esta esperanza y nos preparamos para que, cuando Él venga, nos encuentre listos, con nuestras lámparas llenas.