¡Este es el mensaje que predicamos! Es la palabra de fe. Es el evangelio. Son buenas noticias. Pero… ¿qué significa confesar con la boca que Jesús es el Señor? ¿Qué significa creer en tu corazón que Dios le levantó de los muertos?
"Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero (y) con la boca se confiesa para salvación." -Romanos 10:8b-10 (RVR60)
Primero, confesar con tu boca que Jesús es el Señor. Confesar significa estar de acuerdo con Dios. Decir lo mismo que Él ha dicho en su Palabra. Creer lo que su Palabra dice. Esta confesión viene de una convicción profunda en el interior que se hace perceptible en el exterior. “De la abundancia del corazón habla la boca” (Luc. 6:45).
Señor es aquel al que uno pertenece. Señor es aquel que tiene el poder para decidir en todo respecto a nosotros. Pablo, cuando tuvo la revelación de Jesús como Señor, respondió: “¿qué quieres que yo haga?” (Hech. 9:6).
Y segundo, creer en tu corazón que Dios le levantó de los muertos. Creer en la resurrección de Jesús implica creer que Él es el Hijo de Dios, que Él venció al pecado, que Él venció a la muerte, y que Dios aceptó su sacrificio perfecto como paga por tus pecados. También implica creer que cuando Él ascendió al cielo, envió a su Espíritu Santo. Creer es tener la profunda convicción de lo que lo que la Palabra dice acerca de Jesús es verdad.
"Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo." -Romanos 10:11-13 (RVR60)
El Señor hace una promesa respecto a la fe en Jesús en Isaías 28:16, y hoy tú puedes estar seguro de esto: ¡sus promesas son infalibles! La Palabra de Dios es firme. Es el cimiento más sólido porque Él no miente (Tito 1:2). De eso puedes estar seguro. Esta es la promesa: cualquiera que venga a Él en fe no será rechazado (Juan 6:37). Judío o gentil, hombre o mujer, pobre o rico, no importa. Cualquier pecador que venga en arrepentimiento y fe invocando el nombre de Jesús será salvo.
Invocar significa decir "ven a mí" o "ven y sálvame". ¡No hay pecado que la sangre de Cristo no pueda cubrir! Lo único que puede separarnos de Dios es nuestra propia incredulidad. Es por eso que la estrategia de Satanás es que dudemos, que creamos mentiras. "¿En serio será verdad?" "Con que Dios ha dicho…" son sus palabras antiguas.
Si hemos pecado, ¿cómo quiere Dios que respondamos? ¿Quiere que nos acerquemos de nuevo? ¿Seremos rechazados? ¿Qué es lo que Satanás desea que hagamos y/o creamos?