Mantener la disciplina no siempre resulta fácil; seguramente hay actividades que son más complicadas que otras, lo que nos lleva a batallar con ciertas áreas en nuestro día a día, y entre los afanes o nuestra debilidad, muy fácilmente podemos perder el gozo...
"Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!" -Filipenses 4:4
Y ahí, muy claramente, Cristo nos dice... "Siempre". Tenemos batallas todos los días, pero nuestras decisiones nos llevan a elegir si vivimos para nosotros, pensando en las pruebas, la escasez, la enfermedad, los problemas que son temporales, o elegimos el gozo por encima de todo lo demás.
Un corazón insatisfecho y quejumbroso nos limita y es como negar la suficiencia de Cristo.
"Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre." -Salmo 16:11
Es muy esperanzador saber que en Cristo hay plenitud de gozo y que, ante cualquier circunstancia, podemos elegir gozarnos, deleitarnos en Su presencia, alabar Su nombre y descansar en Su soberanía.
"Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios." -Efesios 3:14-19
La comunión diaria con Dios nos lleva a vivir en plenitud; anclados y cimentados en Él. Él es la fuente de vida de donde nos saciamos para vivir plenamente en gozo, con la esperanza firme y fiel de que todo cuanto sucede, por difícil que sea, es parte de Su plan.
¡Gózate! Y, como le dice Pablo a los Romanos "que el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo."