Siempre he admirado a los deportistas que reciben preseas al salir vencedores en alguna competencia. Reflexiono en los sacrificios personales y la disciplina por la que cruzaron mucho antes de subir al podio. Una dieta estricta, arduo entrenamiento, descansos adecuados y seguir las indicaciones del entrenador son necesarios para batir récords. Disciplina. La disciplina es necesaria para lograr cualquier cosa.
El apóstol Pablo les dice a los Corintios que su vida es similar a la de un atleta:
"¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado." -1 Corintios 9:24-27 (NTV)
Un cristiano sano y fuerte es aquel que se alimenta regularmente de la Palabra de Dios, que mantiene una relación íntima con su Padre por medio de la oración y el ayuno. Un cristiano maduro está bien integrado a su iglesia, ama y sirve a su prójimo, y vive con la consigna diaria de evangelizar al perdido.
El apóstol Pedro también nos instruye como entrenador espiritual:
"Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadan a su fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. Pues estas virtudes, al estar en ustedes y al abundar, no los dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados. Así que, hermanos, sean cada vez más diligentes para hacer firme su llamado y elección de parte de Dios. Porque mientras hagan estas cosas nunca caerán." -2 Pedro 1:5-10 (NBLA)
Nuestro mayor gozo es vivir para agradar a Aquel que nos compró por precio y nos ama fielmente. Por eso, debemos dominar nuestras pasiones y forjar hábitos por Su gracia para correr la carrera legítimamente, sin ser descalificados.
“Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo.” -2 Timoteo 2:4-7 RVR1960