En un mundo caído y gobernado por el pecado, ¿quién no ha sentido temor y miedo? Es un verdadero gozo saber que estamos cubiertos bajo las alas del más poderoso, de aquel que ya venció a la misma muerte, de aquel que en su palabra nos dice:
"No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia." -Isaías 41:10 RVR60
Dios, sabe y conoce cada uno de nuestros temores y de nuestros miedos, pero nos alienta y nos recuerda que Él está con nosotros; nos dice que no desmayemos porque ahí estará su mano victoriosa que nos dará fuerza y ayuda, que siempre nos dará su apoyo.
A pesar de eso, muchas veces nos olvidamos de Sus promesas y nos dejamos vencer por nuestros temores y miedos, nos salimos de Sus alas y nos creemos suficientes… hasta que por Su gracia nos vuelve a cobijar y con dulzura nos dice:
"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos." -Isaías 55:8-9
Es cuando nos damos cuenta que Sus planes son mejores que los nuestros, que Su perspectiva y visión va más allá de la nuestra, que es mejor seguirle y obedecerle, que bajo sus alas estamos seguros, que somos sus hijos y que hemos sido comprados por la preciosa sangre de Cristo, que nos ha rescatado, y que nos ha restaurado, que somos inundados de su paz.
Mi oración hoy es de agradecimiento por tener un Padre que amorosamente nos cubre bajo Sus alas, que nos cuida, que nos alienta a seguir nuestro paso por este mundo con la esperanza de que un día estaremos a Su lado, alabándole de día y de noche.