¿Estás agradecido hoy? Respira… Justo al inhalar el aire que entra a tus pulmones, ¿puedes alabarlo y dar gracias?
“Todo lo que respira, alabe al SEÑOR. ¡Aleluya!” -Salmo 150:6 NBLA
¡Hay mucho que agradecer! Nuestra postura egoísta a veces nos impide ver a nuestro alrededor y reconocer que somos muy bendecidos, aun en medio de cualquier circunstancia.
Hace algunas semanas, recordaba una reflexión que decía que, para que tu jardín tenga las más bellas flores, es necesario que llueva. Seguramente, en una tormenta, las flores son fuertemente sacudidas; algunas se rompen, pero después florecen nuevamente. O en la sequía, los árboles sin hojas, tristes, parecieran sin vida… pero, con las primeras lluvias, comienzan a reverdecer.
Alabarlo y agradecer en los tiempos buenos es fácil, pero, en lo personal, reconozco que no siempre es fácil cuando estoy en prueba, en medio del desierto, de la enfermedad o de la escasez. No es fácil decir: "¡Gracias, Señor!", cuando me siento débil o enfermo. Pero ahí, en medio de la prueba, es cuando más desborda mi corazón de gratitud y alabanza, porque es cuando más cerquita lo veo; tiene una gran creatividad para hacerse presente y mostrarnos su amor.
“Pero yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al SEÑOR, porque me ha llenado de bienes." -Salmo 13:5-6 NBLA
Confiar en Él es lo mejor que podemos hacer, porque no hay NADA que tú y yo podamos hacer para que deje de amarnos, de mostrarnos su favor. Solo en Él hay esperanza y paz, solo Él es digno de recibir toda honra, gloria, alabanza y gratitud.
Así que, aunque los tiempos traigan fuertes lluvias… ¡Respira, florece, alaba, agradece!
“Den gracias al SEÑOR, porque Él es bueno; porque para siempre es Su misericordia.” -1 Crónicas 16:34